“En el norte se tienen todos los medios para vivir,
pero faltan razones para existir”
Galardonado con el premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998, Nicolás Castellanos es un hombre inquieto que se desvive por ayudar a los más desfavorecidos. Tras más de una década como obispo de Palencia, en 1991 decidió renunciar a su cargo y marcharse como misionero a Bolivia. La Fundación Hombres Nuevos, que él preside, busca construir un modelo que permita mejorar las condiciones de vida del barrio del Plan 3.000 en Santa Cruz de la Sierra. Defensor de la Teología de la Liberación, pide ayudas en un hemisferio que parece haberse olvidado del otro lado del mundo.
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